Isabel Hernández Bruja de (Pacora)


Mujer de más de 60 años, viuda de Alonso Biáfara, que residía en Pacora.

acusada de brujería. Se decía que había sido vista «convertida en toro yéndose y asiendo un cuchillo para dar al toro. 

Entonces había hallado a la dicha persona y dijole que por entender que era alcahueta de su marido la había querido lastimar, que había sacado a otra persona sin sentir de su cama y llevándole por el aire a parte donde le hizo una burla, que daba yerbas para enfermar, de que no había cura si ella no lo hacía Y uno de los testigos, mujer, cómplice, le testificó derechamente de bruja de su mismo aquelarre y de muchos actos de tal le dieron a la tal Isabel dos intérpretes: san Pedro Claver y el esclavo Bartolomé, biafrés, esclavo en el colegio de los jesuitas.

Confesó la rea «y dijo como habrá veinte y cuatro años (162) que comenzó aser bruja por la enseñanza y la persuasión de Luis Bañón, negro horro que le dijo muchos bienes del oficio de brujería y se los prometió, y que una noche la llevó sin saber como por el aire, como una legua de la dicha ciudad de Panamá, a una sabana adonde vio mucha gente sentada y en medio un trono levantado, donde estaba un hombre vestido con mucha majestad que, según le dijo el dicho su maestro, era el rey a quien le había de adorar y servir. Y subiéndola el dicho Luis al dicho trono, se hincó de rodillas delante del dicho rey, el cual le pregunto que para que venia.

Respuesta de los números correspondientes.

(279) Sombrero alto de punta con dibujos pinados aludiendo a su delito

260) Negra libre, o sea, que había logrado ser liberada de su esclavitud

(261) Hoy región sudoriental de Nigeria

(260) Ósea, desde más o menos 1604.

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a el, diciéndole el dicho maestro que para hacer suya y servirle, dijo el dicho rey, que después supo está ser el demonio, qué no podía ser suya siendo cristiana y que si querías ser suya había de renegar primero de Dios Nuestro Señor, y diciendo ésta que lo haría así, la mandó poner las manos encima de un colorado que tenía puesto sobre un bufete, y poniendo él las suyas sobre las de ésta, la mandó fuese diciendo como él le diría, con que comenzó a dictarle el dicho reniego en la forma que. Y ésta le fue diciendo y después la mandó que jurase creía en él solamente y le tenía por su dios y lo adoraría y serviría como a tal, y ésta lo juró así. Y luego le ordenó que hiciese la cruz en el suelo con la mano izquierda y con el pie izquierdo la borrase y pisase, lo cual hizo ésta así, creyendo que era la verdad y todo bueno lo que le decía hiciese, y que el dicho rey y demonio era dios y poderoso para salvarla y darle la gloria, no obstante de que supo y entendió y echó de ver que aquello que aquel le mandaba era contrario a lo que le habían enseñado en la ley de cristiana que antes había profesado, de la cual se apartó creyendo en el dicho demonio, al cual se sujetó, y él la acarició y abrazó por lo hecho y encomendó al dicho Luis tuviese mucha cuenta con ésta. Y bajando del trono llegaron los demás brujos y brujas a abrazar a ésta muy alegres, recibiéndola por compañera. Y habiendo bailado y holgádose todos los pajes del demonio, que eran diablos en figuras de hombres, tendieron unos manteles blancos por el suelo, y mandando sentar a dichos brujos y brujas, sacaron en unas bateas mucha carne cocida de personas humanas que habían llevado los dichos brujos y brujas de los que habían muerto, y comieron de aquella carne, y ésta con ellos, y bebieron en unas totumas, hechas de cabezas de personas, chicha con sangre desleída en ella, de la que habían chupado, y después de haber comido y bebido, matando las candelillas con que hablan bailado y cenado, así cada diablo de los que habían andado sirviendo de su bruja y la conoció carnalmente por detrás, acabado lo cual el dicho.

Luis volvió a cargar a ésta y la llevó volando a su casa. Y otro día adelante volvió en casa de ésta y trayendo unto (26) de hombre y polvos de huesos también de hombre y de la sangre chupada de persona, enseñó a

hacer a ésta un ungüento con que dijo había de untarse para volar, y que

para agradar al demonio había de llevar su tributo, como las demás, (26 de grasa humana).

sangre humana y cuerpo de persona que hubiese muerto para comerlo en

así hará el viernes adelante, confesó esta rea que habiéndose untado con el dicho ungüento en las partes que le enseñó el dicho Luis, fue ésta volando, a lo que pareció en figura de gato, en casa de Baltasar Antonio, y entrando por la ventana fue a la cama donde estabaMariquilla, hija de Ana Bran, a la cual chupó por las narices de formaque la mató. Y habiendo echado en una totuma la sangre que le sacó y

cargando el cuerpo, que sería como de tres años, lo llevó a la junta encompañía del dicho su padrino Luis Bañón, y subiendo a ofrecérselo al demonio, dijo a ésta que por qué no traía cuerpo mayor de persona de más años, que aquel era muy chiquito, que de allí adelante fuese mayor, con que, volviendo a bajar, lo llevaron ésta y el dicho Luis al bohío donde se cocinaba y entregaron a los que tenían cuenta con la cocina. Y que de allí a un mes, para cumplir con su obligación, mató ésta a Manuel su amigo y con quien estaba amancebada, sobre haberse enojado con él porque la dejó y se fue con otra negra, lo cual hizo ella en compañía del dicho su compadre yendo en figura de cabra, y lo mató con sus propias manos ahogándolo estando dormido, y que habiéndolo enterrado en la iglesia mayor, fue ésta el viernes a la noche con el dicho su compadre, lo desenterraron y lo llevaron a la junta y ésta lo ofreció al demonio, el cual la recibió mejor que la otra vez por ser cuerpo grande, y de allí lo volvió al bohío de la cocina, y luego salió a holgarse y bailar con los demás brujos, y comió y bebió de la carne y sangre de personas como la noche antes, y luego fue ésta con los demás a adorar al demonio que estaba en figura de mula, besándolo en la cola alzada y despidiendo una ventosidad muy hedionda, y se juntó después con el dicho Luis, conociéndola por detrás. Y en esta forma, antes de la acusación fue confesando hasta diez y seis muertes de personas que perpetró echándoles en lo que habían de comer polvos de unas pelotillas que el demonio les daba, a las cuales, después de haberles enterrado en la iglesia o cementerio, las desenterraba y llevaba los cuerpos a ofrecer al demonio a las juntas, a donde los comían.

La rea confesó otras dos muertes y dio muestras de dolor y arrepentimiento » Y vista su causa en consulta, se acordó que en un auto. público de fe. con insignias de bruja y hábito de reconciliada, fuese admitida la reconciliación en forma, con confiscación de bienes, aunque

no tiene ningunos. Y por mala confidente de lo que testificaron los testigos, y por el extraño y sacrílego modo de brujería, se le dio hábito y cárcel de dos años y que la carcelería la guardase en el hospital del

Espíritu Santo de esta ciudad, de la cual no pueda salir por todos los días de su vida. Así se ejecutó.

Tomado de los Apuntes de la Historia de la iglesia de Panamá.

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