Paso de Mula, Ruta Escondida

Paso de Mula, ruta escondida.

Es un lugar que queda a unos 30 minutos de Loma del Río, parte del asentamiento de Chepo Viejo, fue una ruta utilizada por los españoles para transportar oro en recuas de mulas y librarse de las emboscadas, de Piratas, Corsarios y Cimarrones.

Los Piratas y Corsarios.

Por la situación de la población fronteriza con la zona selvática de Darién que aquel entonces amenazaba en el Río Bayano, Chepo hubo de sufrir por una u otra causa una serie de ataques, unas veces Cimarrones, otras de indios alzados y por último de piratas que comenzaron a ensañarse con esta indefensa población.

En 1675 tiene lugar la primera toma del poblado por 120 corsarios al mando del Capitán francés La Sound. La conquista fue por breve espacio de tiempo, ya que muy pronto el Sargento Mayor, D. Alonso de Alcaudele rechazó a los piratas.

Tres años más tarde en 1678 otra expedición francesa al mando del pirata Bournano, consigue tomar Chepo por segunda vez saqueándolo. Fueron ayudados esta vez por los Cimarrones.

En 1679 Bartholomew Sharp, John Watling y Eduard Bullman, se apoderan nuevamente de Chepo, quemando el poblado y llevándose todo cuanto encontraran, torturando a los principales habitantes para que les diesen la plata que creían tenía escondida.

Sería más fácil el transporte a través del Río Bayano o como era conocido anteriormente (Rio Chepo o Madugandí, que significa Rio de Plátanos) pero más peligroso, preferían tomar esta ruta un poco alejada del Bayano, después que pasaban con sus recuas por Paso de Mula, seguía Lipe hoy día (Piedra Lipe, que significa tipo de piedra) hasta llegar a un lugar seguro.

En este mismo lugar se relata la historia del sacerdote que andaba en ese lugar, un grupo de aborígenes traían un toro y el mismo asustó a la mula donde él viajaba, quedando colgado del estribo, la mula lo arrastró desde ese lugar hasta la cruz de Higuera donde vino a parar, el sacerdote quedó desmembrado y allí mismo fue enterrado.

(Leyenda) Los viejos chepanos hablaban de esta anécdota, que cuando la mula se asustó quedaron las pisadas marcadas en las piedras, como las pueden observar.

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