LAS ENCIERRAS Y LAS CORRIDAS DE TOROS

Las Corridas sin Barreras 

La tradición chepana de las encierras se daba para las patronales, en el pueblo para aquella época se celebraban dos patronales, Las Mercedes y San Cristóbal, en las dos se realizaban las corridas de toros.

Las encierras consistían en que un grupo de vaqueros llegados de diferentes lugares, como Paso Blanco, Espavé, y del mismo pueblo. Iban a buscar el ganado a Higuera, donde quedaban algunas haciendas, como la de los Carbones y otras más; los vaqueros rodeaban el ganado y arreándolos, junto con algún ganado manso para que no se espantaran, hasta un lugar donde los esperaban los músicos con su orquesta. Los músicos iban tocando delante de la caravana.

El ganado lo Pasaban frente a la plaza, y eran llevados a la Providencia, en donde los toros que iban a ser jugados les ponían en persogas junto a un buey, esto consistía en atarlo por la cabeza juntos, y era guiado hasta la plaza. Para esa época no había barreras.

De esta forma se daban los encierros en algunas partes de España, y vienen a ser las más antiguos, el ganado era jugado atado a una cuerda que le arrastraba para poder dominarlo en cualquier emergencia, algunas personas ponían delante de sus casas algunos empalizados como protección; en algunas ocasiones quedaban en el portal de sus casas algunos toros o en algún callejón. Hasta el momento no tenemos ninguna información de que en otra parte del país se realizara de esta forma.

Las Famosas Sopas en las Corridas

Para las patronales se les pedía a algunos barrios, y a veces a una persona le tocaba un día de toros, quien tenía que recoger víveres entre la comunidad, para hacer una sopa y repartirla entre los presentes, algunos iban con un motete de casa en casa recogiendo víveres para el gran sopón.

 Muchas veces el dueño del animal ordenaba que mataran un toro en la plaza, y su carne la repartían entre la población.

Los Músicos de la Orquesta Calviñata, en aquella época, eran el maestro Eduardo Velásquez, Federico «Ico» Jiménez (En la flauta), Lalu Thompson y Mingo (guitarra), Rufino Valdés (tambor), Carlos Valdés (contrabajo), acompañados por el violín. 

Para amenizar la fiesta, los músicos se trepaban en el alto santo, cuando al toro le sacaban un buen lance, ellos tocaban y alegraban el momento junto a la algarabía de los presentes.

La idea de las barreras la llevaron los emigrantes en la década del 50.

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