Biografía del señor Rafael Alcides Mendieta:
Llegó a los 16 años desde el pueblo de Llano de Piedra, Macaracas, en 1953, a trabajar la tierra con mucho esfuerzo y dedicación.
Concibió 5 hijos; Rafael, Cesar (qepd), Orlando, Franklin y Juan Mendieta Acevedo, viviendo por más de 50 años con su compañera Quintina A. Acevedo.
Para la década del 70 hace su pequeña casa en Loma del Rio, donde al tiempo se hace un comité pro-mejora de la comunidad, en la que se logra la adquisición de las tierras para muchas familias necesitadas, siendo presidente de la junta local, se trazan las calles, muy bien organizadas, y se reparten equitativamente lotes a las personas; las calles bien trazadas con sus nombre, y enumeró cada casa.
Trabajó incansablemente para la organización de esta comunidad, con el respaldo de todos, trabajaban mancomunadamente, por el bienestar de la misma. De igual manera se construye la junta local, la cancha de cemento, y el parque Bayano; siendo ésta la comunidad más organizada, y que sirvió de ejemplo y admiración para las otras.
Llego como obrero para la construcción de la Represa del Bayano, es elegido Secretario General del Sindicato del Energo-Projekt, pudo mediar en un conflicto que existía, ya que todos los capataces de ese entonces eran yugoslavos, y el panameño no le entendía, hasta que se pudo lograr que fueran capataces panameños, y existiera una mayor comunicación.
Para el año 1979 organiza los primeros carnavales al estilo interiorano, con mucho cariño y dedicación confeccionaba en aquella época los carros alegóricos; no faltaba la manta sucia, y los sprays de diferentes colores que le daban vida a los carnavales, y un pueblo que lo acuerpaba. Él mismo creaba los diferentes diseños, como El Helicóptero, Un Barco, Una Corona y más.
FUE UN POLÍTICO DIFERENTE.
Desde muy pequeño era seguidor del Doctor Arnulfo Arias Madrid, siempre perteneció al Partido Arnulfista, ocupando diferentes puestos en el directorio y convencional.
En 1989 es elegido Legislador Suplente, y escogido como Alcalde del Distrito.
SU SENTIR POR EL PUEBLO CHEPANO.
A pesar de no ser chepano de nacimiento, siempre sintió gran admiración por las costumbres y tradiciones de Chepo. Compartía con gran entusiasmo lo que hacían, quizás para el nativo era algo normal, él sí lo podía notar, y se fijaba hasta en lo más mínimo.
Él decía que el chepano amaba mucho a los caballos, y que les daba un trato mejor que ellos, los del interior, ya que todas las tardes ellos solían ir al rio a cortarle manojos de paja a los animales, más los interioranos los llevaban al rio y los amarraban con una cuerda que le decían de corta estancia, en donde allí solo podía comer; él decía que si algún chepano tenía caballo y no podía cortar paja, venía otro y le decía que él le hacía el favor.
Admiraba ver las mujeres ir al rio a lavar todos los días, y escuchar las conversaciones de algunos viejos con su cantaíto, y como bailaban la cumbia. Quizás por ser nieto de una negra, tenía ese sentimiento a la población negroide, y ese sentir por Chepo. Cuando se hizo el parque de Loma del Rio, lo hizo en memoria al Rey Bayano (único monumento que se le ha hecho a Bayano, dentro y fuera del País).
Cuando fue alcalde le puso a una calle, Calle Bayano, y quiso conservar el terreno donde estaba ubicado el Fuerte San Cristóbal, decretándolo PARQUE HISTÓRICO, a través de una resolución, que después fue abrogada por otro alcalde, para que no se construyera dicho parque, siendo el primero en celebrar la fundación de Chepo.
Uno de sus últimos logros fue el escrito del libro titulado: De Llano de Piedra a Loma del Rio, en donde expone todas sus vivencias.
Un hombre humilde, íntegro, con muchas proyecciones e inquietudes, las cuales en su mayoría logró realizar.