CANALONES EN CHININA DE CHEPO

Este documento informa sobre las primeras evidencias documentadas para los campos prehispánicos en Panamá

CAMPOS PREHISPANICOS

En 2011, el arqueólogo Juan Guillermo Martín, de la Universidad del Norte de Barranquilla, Colombia, visitó el sitio junto con su colega Tomás Mendizábal de Panamá, para hacer una prospección. Como resultado de la investigación, avalada por la Dirección de Patrimonio Histórico de Panamá, se confirmó que había una alteración del paisaje, que podría ser producto de la actividad humana.

Se trataba, como explicó Martín, de la primera evidencia de camellones en América Central. Los camellones eran campos de cultivos elevados que permitían aprovechar la humedad aun en la época seca (ver infografía). El hallazgo fue descrito en el journal de arqueología Antiquity en el artículo «First evidence for pre-Columbian raised fields in Central America» (Juan G. Martín, Tomás Mendizábal, Rainer Schreg, Dolores Piperno & Richard G. Cooke).

«Hicimos un recorrido del área que habíamos visto en imágenes satelitales y la zona transformada más o menos se estima en 30 hectáreas. En 2011 hicimos una trinchera, un corte para ver en perfil dos canales y el camellón, y conocer cuál era su disposición original. Nos dimos cuenta de que los camellones originalmente debían tener como un metro de altura y de largo, algunos podrían medir de 50 a 70 metros». Añade Martín que el haber tumbado el bosque y usar el área actualmente como sitio de pastoreo ha llevado al deterioro de las estructuras, a la erosión, por eso ya no son tan evidentes.

En la investigación previa se hallaron fragmentos de metate y cerámica. Se comprobó que hubo un proceso de quema del bosque, la introducción del maíz, y después, un abandono de la actividad agrícola y recuperación del bosque secundario.

Encontramos la primera evidencia para los campos prehispánicos en Panamá.

Los resultados de esta investigación contribuyeron a comprender el desarrollo agrícola estadounidense.

Los campos elevados prehispánicos corresponden a la fase tardía de la ocupación prehispánica entre Panamá y Colombia.

Este documento informa sobre las primeras evidencias documentadas para los campos prehispánicos en Panamá (Chinina, Provincia oriental de Panamá, Pacífico), identificadas en fotografías aéreas en línea, y los resultados del trabajo de campo realizado en 2011.

La fotografía aérea ha sido conocida como una herramienta extremadamente útil de prospección arqueológica durante casi un siglo. En los últimos años, sin embargo, ganó cada vez más importancia por dos razones: En primer lugar, la disponibilidad de fotografías aéreas de alta calidad a través de Internet hizo bastante fácil iniciar estudios arqueológicos incluso en áreas remotas. Las segundas perspectivas arqueológicas sobre las sociedades humanas pasadas cambiaron en las últimas décadas. Los problemas ecológicos modernos causaron un creciente interés en la arqueología del paisaje.

En Panamá, Dolores Piperno y su equipo, ya desde la década de 1980, realizaron estudios arqueo botánico y paleo ecológicos. Los resultados de esta investigación contribuyeron a comprender el desarrollo agrícola estadounidense, especialmente relacionado con la manipulación y domesticación de plantas e interacciones humanos/ambientales. Sin embargo, a pesar de este importante papel de la evidencia panameña para la discusión general del desarrollo de la agricultura en ambientes tropicales, se han generado pocos datos sobre la práctica agrícola y el patrón de uso de la tierra hasta este proyecto.

En esta campaña, los arqueólogos aspiran a recuperar material orgánico para analizarlo y obtener fechas precisas con radiocarbono. «Tenemos dos fechas: una de 1400 años antes del presente que consideramos el inició de la ocupación y transformación del paisaje, y una más tardía de 570 años de antigüedad», detalla Martín. «La cercanía geográfica del este de Panamá con el noroccidente colombiano, y sobre todo, con los senúes, que transformaron el paisaje y construyeron unos sistemas similares a este, empieza a reforzar la idea de que no solo se intercambiaban cerámica u objetos de oro, sino también a lo mejor, el conocimiento en temas agrícolas y para la transformación del paisaje en zonas bajas como esta, que cuando llueve se inunda, y que tiene las condiciones similares a la depresión momposina en Colombia, que llevó justamente a la gente a transformar el paisaje para hacerlo productivo y habitable», indica el arqueólogo colombiano. «Ese sistema [de camellones] se inició hace unos 2200 años, este quizás hace 1400 años, entonces podríamos pensar que es parte de ese intercambio de conocimiento que se dio en esta amplia región en tiempos prehispánicos».

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